...Necesidades...

Nos empeñamos en agarrarnos a clavos que queman, de la que nos echamos las manos a la cabeza y pensamos en cómo cambian las cosas, “Antes no había un solo silencio” “Antes podía decir cuatro palabras sin que gritase” “Antes no estaba tan distante” “Antes me sentía orgulloso de amarla” “Antes no tenía este vacío, esta necesidad” “Antes la tenía”…. Antes, antes…siempre es antes…. Y mientras tocamos fondo, mientras caemos despacio en una rutina que nos quema la piel, porque vemos como gradualmente perdemos aquello que hemos amado, sin que podamos hacer nada, en nuestra cabeza resuena una y mil veces la misma palabra…”antes”, lo que, de forma supuestamente humana, nos hace olvidar, que el ahora puede ser antes, si por un momento dejamos de pensar en él, y nos damos cuenta que algunos momentos solo necesitamos escuchar un “buenos días princesa”.