Soy pésimo partido y no es noticia
fumo demasiado bebo lo que puedo
y necesito de tu ayuda
inestimable
para cometer errores nuevos.
No soy primero en descubrir la pólvora
entre tus piernas
pero me quemo
feliz
los dedos al encenderla.
Me canso al subir las escaleras
pero algunas noches me siento tan ligero
al trepar tus cordilleras
que en la cima no planto banderas sino besos.
No he delineado el puente inaugural
de tus suspiros
pero tú y yo sabemos
que bajo ese puente vivimos.
Mis bolsillos envidian a mis pulmones
llegaría a fin de mes si los meses tuvieran cinco días.
Me muero algunos jueves a las siete
resucito cuando despierto y me miras.
No voy a deslumbrarte con fuegos
ni promesas
pero le soplo palabras a tu cuello
y él sabe
que son torpes y ciertas.
No creo que seas mi último tren
porque ése será el que descarrile.
Te miro como a un tren al que subirme
para viajar con destino a lo que toque
y seguir tocando mientras quieras.
En resumen
no soy un caballero en busca de princesa
sino un viejo caballo mal domado
que paga muy poco en las apuestas
y no ha ganado aún la mejor de sus carreras.
Pero si quieres cabalgar
tocando el horizonte con las manos
más allá de cualquier meta
agárrate
que vamos.
1 comentario:
Hola, Bläcky, volví a encontrar el enlace de tu blog, así que ya tienes una nueva seguidora.
Si te parece bien, lo enlazo al mío.
Un saludo.8)
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