...Demasiado tiempo buscando una explicación a todas las cosas que pasaban, demasiado intentando encontrar algo por lo que luchar en aquel funesto bosque donde mi alma se encontraba perdida a merced de los lobos hambrientos y enfadados en aquella noche donde la luna brillaba con más fuerza que nunca, sola y aterrada frente a ese acantilado me disponía a librar de nuevo una de mis batallas, una de esas pesadillas de las que, sabia, no podía escapar...eso era algo demasiado obvio, pero entonces, sonó aquella melodía, aquella canción que oí como un susurro tenue cruzando los arboles, ese sonido que el viento como mi eterno aliado deposito en mis oídos, los lobos se pararon, quedando sumidos en un profundo sueño, y yo allí, ya dispuesta a saltar al acantilado me sentí atraída por esa melodía, y siendo inevitablemente conducida hacía ella encontré a su autor, el mismo responsable de que ahora la luz brille en mi bosque de las pesadillas, dónde ahora puedo respirar tranquila y los lobos ya no son un problema, porque seguirán en un eterno letargo siempre que esa melodía prohibida nunca deje de resonar como un eco eterno en nuestros corazones...
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